La Verdad Sin Malicia
Dajabón, República Dominicana – En un hecho que ha sacudido las filas del Ejército Dominicano, tres rasos asignados a la misión de vigilancia en la frontera con Haití en el municipio de Dajabón han decidido abandonar sus funciones y desertar de la institución castrense. Este sorprendente incidente ha generado preocupación tanto en la comunidad militar como en la sociedad en general.
Según informaciones obtenidas de fuentes cercanas al caso, los tres rasos identificados como Dilone, De la Rosa y Estevez habrían decidido desertar debido a la presión y las condiciones de servicio en la frontera. Lo que resulta aún más alarmante es que estos jóvenes militares cuentan con solo ocho meses de experiencia en la institución, lo que ha levantado cuestionamientos sobre la preparación y la capacidad de los soldados asignados a una zona fronteriza de alta sensibilidad.
El Ejército Dominicano ha mantenido una presencia constante en la frontera con Haití para abordar temas de seguridad, contrabando y control migratorio. Esta región es conocida por ser un punto crítico en el combate contra el tráfico ilícito y otros delitos transfronterizos.
La deserción de estos tres rasos plantea serias interrogantes sobre los procedimientos de selección y entrenamiento en las fuerzas armadas dominicanas. La falta de experiencia y la juventud de estos militares podrían haber influido en su decisión de abandonar sus deberes, lo que pone de manifiesto la necesidad de revisar los protocolos de selección y capacitación.
El incidente también ha generado preocupación en la comunidad local, que depende en gran medida de la presencia militar para mantener la seguridad en una zona fronteriza que a menudo enfrenta desafíos significativos.
Hasta el momento, las autoridades militares no han emitido comentarios oficiales sobre el incidente ni han confirmado la identidad de los soldados desertores. Se espera que se realice una investigación exhaustiva para determinar las circunstancias que llevaron a esta deserción y tomar las medidas correspondientes.
Este sorprendente episodio subraya la importancia de garantizar que los soldados asignados a zonas fronterizas críticas estén adecuadamente capacitados y sean capaces de cumplir con las demandas de su servicio, en beneficio de la seguridad y la integridad de la nación.